En un mundo globalizado, el
negocio editorial no puede quedarse atrás. Usando maneras creativas y rápidas
de llegar y atraer al lector, las editoriales logran uno de sus principales
objetivos: vender.
Pero, ¿hasta qué punto es válida
una estrategia de venta?
Los recientes escándalos sobre
“escritores fantasmas” y el sentimiento de traición
o decepción que esto deja en muchos
lectores nos hace preguntarnos: ¿qué es lo que realmente nos impulsa a escoger
un libro?, ¿acaso compramos imagen y no contenido?
Desde ‘dar forma’ a historias
hasta la autoría de textos completos, la figura del escritor fantasma ha estado
presente en la literatura desde tiempos inmemorables: ¡hasta del mismo
Shakespeare se sospecha!, y qué decir del Mario Vargas Llosa, quien confesó
haber sido, en su juventud, el escritor fantasma de una adinerada mujer.
Si bien
es cierto la imagen o trayectoria del autor juega un papel muy importante a la
hora de escoger un libro, el contenido de la obra misma es el valor puro en
literatura.
Un libro
es bueno o malo por la manera en la que está escrito, su mensaje, y la reacción
que cause en el lector, ¿cambiaría esto si te das cuenta que el libro fue
escrito por una persona diferente a la que firma la obra?
Algo que
podemos asegurar es que, por lo pronto, esta práctica no cesará. Los llamados escritores fantasmas, personas
que trabajan por amor las letras, seguirán viviendo tras la sombra de grandes
personalidades, o bueno, hasta que y si se destapa el asunto.
Sea cual sea la razón por la que
escoges un libro, ser lector te hace crítico: ¡no te dejes envolver, no dejes
que te condicionen!
Este es un tema que tiene mucho desarrollo, sobre todo eso de que es lo que atrae más a un lector, el contenido o sinopsis del libro o la portada, hasta que punto las editoriales han convertido muchas veces la sagrada literatura en puro y vano entretenimiento y por supuesto, hasta que punto esto es bueno o malo.
ResponderEliminarMuy buen tema Nad, sigue comentando temas tan interesantes!
Es inevitable dejarse llevar por la imagen, al fin y al cabo lo que te entra por el ojo es lo que cuenta. Es cierto que no deberíamos dejarnos engañar, pero las grandes campañas de marketing nos llevan por donde quieren ^^
ResponderEliminarSaludos